Carrera contrarreloj



CARRERA CONTRARRELOJ

La verdad es que no me acuerdo cuándo empecé a reflexionar sobre lo corta que es la vida, los muchos planes que tenemos y los pocos de ellos que llegamos a cumplir. Creo que fue un sábado, cuando fui a comprarle unas flores a mi abuela por su cumpleaños. El ramo era hermosísimo y estuve a punto de decirle a mi abuela que el ramo se había fugado o algo por estilo para poder quedármelo. Estando ya en el coche lo que dijo mi madre fue el detonante de que estuviese la mayor parte del trayecto reflexionando sobre la vida. Lo que dijo exactamente fue: bueno, ya sé lo que regalarte cuando cumplas los 18. Los 18. El número que muchos desean tener y otros muchos desean que nunca llegue. Yo la verdad es que estoy en la mitad, ni los deseo, ni los temo, simplemente los dejo pasar, ¿qué otra cosa puedo hacer? Y aquí es cuando empieza toda la reflexión. Mientras miraba el ramo, recreaba mi libre imaginación el ramo perfecto para mi dieciocho cumpleaños, que recibiría con mucho agrado. Además, en mi mente apareció una frase muy conocida y que todo el mundo dice *nadie se salva*: ¡cómo pasa el tiempo! Deberíamos decir: ¡cómo pasa la vida! Llegados a este punto te pones a recordar las muchas cosas que tenías pensado hacer, decir o conocer, pero que nunca llegaron a realizarse, bien por sucesos de la vida o por nuestra culpa. Recuerdo los muchos proyectos que tenía y que ahora veo que no se podrán cumplir. Los que no se llegaron a realizar fueron, en su mayoría, por la vagancia, quizá porque a lo mejor no eran tan interesantes como lo hubieran sido ahora. Después de hacer un repaso de mi vida pasada, comencé con el futuro, ese futuro que sería casi igual al pasado. Somos lo que somos y las costumbres muy difícilmente pueden cambiarse, por ese motivo, y porque el humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra, sé con seguridad que querré hacer muchas cosas que no cumpliré. A lo mejor este es el momento adecuado para impedir que pase eso. Los años pasarán igual de rápido que lo están haciendo ahora y estaré charlando con la muerte cuando menos lo piense. La muerte, como puse una vez en el msn, está tan segura de sí misma que nos deja toda una vida de ventaja. Y aún así no la aprovechamos del todo. Por eso mismo y para terminar, considero que la vida es una carrera contrarreloj en la que queremos hacer todo en todo momento. Y para meditar más aún la siguiente frase: “aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos” Friedrich Nietzche. El que no sepa aún su porqué, que empiece a hacerlo, porque la vida es corta.

2 grillitos:

Sui on 8 de abril de 2009, 22:23 dijo...

Los 18, en mi época lo deseé, tenía un montones de planes pensado para que aquel día fuese especial e inolvidable, pero las cosas nunca sale como uno lo desea... ¿inolvidable? pues sí, jamás lo olvidaré: estube delante de PC...


Un consejo:
La próxima vez que veas a tu abuela, abrázala fuerte y dile todo lo que le quires... Yo a mi abuela no la pude dicirlo a tiempo, y ya no tendré esa oportunidad...,y ahora me arrepiendo un montón por no haberlo hecho y dicho... Espero que no pases lo mismo que yo...

Carpe Diem... (Siempre lo digo pero nunca lo practico...)

My name is Sui, nice to meet you, XD

Unknown on 9 de abril de 2009, 0:54 dijo...

Ay...Dulce utopía, Darling, dulce utopía. Ese ansiado deseo de trabajar en lo que será y no en lo que es, como diría Hobbes.
Yo no voy a comentar nada de los dieciocho, porque creo que tu post *poco esperado, sinceramente* me ha hecho reflexionar a mi también. No deberíamos pensar: "Dios mío, dieciocho ya". Deberíamos pensar en todo lo que hemos hecho como algo productivo y no como un arrepentimiento de lo que no hemos hecho. Lo no hecho no nos aporta nada ahora mismo, lo hecho o por hacer sí. Es centrarse en las cosas innecesarias de la vida, que como buenos seres humanos sabemos hacer a la perfección.
La muerte es una aliada caprichosa, te puede salvar de ella tantas veces como te puede llevar sin apenas gozar de la vida. Pero que sea segura no quiere decir que te vaya a avisar con antelación. Tú sabes que morirás, independientemente de cuando, deberás saber entonces aprovechar la vida para que, hecho o no hecho, disfrutado o perdido el tiempo, cuando la muerte venga a por tí puntual e insospechada tengas la seguridad de haber hecho cosas y no tener la certeza de cuántas no hiciste.
Ni Carpe Diem ni similares. No hay que disfrutar el momento, hay que planear las desgracias.

Seguidores

 

Perver World ♣ ♣ ♣ Mamanunes Templates ♣ ♣ ♣ Inspiração: Templates Ipietoon
Ilustração: Gatinhos - tubes by Jazzel (Site desativado)